Quiere que cuando termine
Listado quiere que cuando termine
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El señor nos quiere santos" (gaudete et exsultate)", esta vez profundizando en el importante tema de la santidad, al hilo de la última exhortación del papa francisco gaudete et exsultatey no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuadael libro ha sido escrito por el pun nuevo libro de la conocida colección "diez cosas que el papa franciscodiez propuestas, diez subrayados, diez meditaciones que, a buen seguro, nos ayudarán a conocer mejor la exhortación y, sobre todo, con más profundidadcarlos martínez oliveras, actual difector del instituto teológico de vida religiosa de madrid
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Mi padre y solo él golpeaba ligeramente la televisión cuando se iba la imagen para así recuperarla rápidamentenuestra televisión “cunera” tenía truco: girando uno de sus botones, la imagen se acercaba o alejaba, de manera que, cuando se acercaba, lo que eran dos rombos desaparecían o se convertían en uno solo; para conseguirlo, todos los hermanos éramos cómplices, de manera que uno de nosotros giraba el botón y los otros se dedicaban a vigilar o distraer a mi padremi padre y solo él tenía altura suficiente para acceder a la enciclopedia de la sexualidad; nosotros también, pero clandestinamente y con ayuda de una silla para alcanzarlasolía funcionar, aunque no siemprepor encima del televisor y en un estante superior, la colección de los premios nobel de literatura desplegaban todo su poderío en unos preciosos tomos de piel oscura, y encima de estos, casi inaccesible, la enciclopedia de la sexualidad del doctor juan josé lópez ibor“la mirada que respira” es la crónica de una época con la mirada de un niño de los sesenta en un territorio libre y salvaje de la costa granadinahallaremos en la prosa ágil de pérez benítez y en la riqueza de sus palabras, la evocación de nuestra niñez, sin duda, la verdadera patriamás allá de lo vivido, el recuerdo nos transportará a las sensaciones e ilusiones de una vida en pleno crecimiento“la televisión de mi casa estaba en el comedor frente al sillón de mi padre, el sofá y la mesa donde comíamos, sobre un estante de un mueble librería y en altoa veces la coordinación no era tan perfecta o mi padre era más rápido que nosotros y los dichosos dos rombitos nos mandaban directamente a la cama”
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